Fragmento
del Primer discurso de Pedro.
2:22 Israelitas, escuchen: A Jesús de Nazaret, el
hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando por su intermedio los
milagros, prodigios y signos que todos conocen,
2:23 a ese hombre que había sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles.
2:24 Pero Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque no era posible que ella tuviera dominio sobre él.
2:25 En efecto, refiriéndose a él, dijo David:
Veía sin cesar al Señor delante de mí, porque él está a mi derecha. Para que yo no vacile.
2:26 Por eso se alegra mi corazón y mi lengua canta llena de gozo. También mi cuerpo descansará en la esperanza,
2:27 porque tú no entregarás mi alma al Abismo, ni dejarás que tu servidor sufra la corrupción.
2:28 Tú me has hecho conocer los caminos de la vida y me llenarás de gozo en tu presencia.
2:29 Hermanos, permítanme decirles con toda franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba se conserva entre nosotros hasta el día de hoy.
2:30 Pero como él era profeta, sabía que Dios le había jurado que un descendiente suyo se sentaría en su trono.
2:31 Por eso previó y anunció la resurrección del Mesías, cuando dijo que no fue entregado al Abismo ni su cuerpo sufrió la corrupción.
2:32 A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos.
2:33 Exaltado por el poder de Dios, él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen.
2:34 Porque no es David el que subió a los cielos; al contrario, él mismo afirma:
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha,
2:35 hasta que ponga a todos tus enemigos debajo de tus pies.
2:36 Por eso, todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías".
2:23 a ese hombre que había sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles.
2:24 Pero Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque no era posible que ella tuviera dominio sobre él.
2:25 En efecto, refiriéndose a él, dijo David:
Veía sin cesar al Señor delante de mí, porque él está a mi derecha. Para que yo no vacile.
2:26 Por eso se alegra mi corazón y mi lengua canta llena de gozo. También mi cuerpo descansará en la esperanza,
2:27 porque tú no entregarás mi alma al Abismo, ni dejarás que tu servidor sufra la corrupción.
2:28 Tú me has hecho conocer los caminos de la vida y me llenarás de gozo en tu presencia.
2:29 Hermanos, permítanme decirles con toda franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba se conserva entre nosotros hasta el día de hoy.
2:30 Pero como él era profeta, sabía que Dios le había jurado que un descendiente suyo se sentaría en su trono.
2:31 Por eso previó y anunció la resurrección del Mesías, cuando dijo que no fue entregado al Abismo ni su cuerpo sufrió la corrupción.
2:32 A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos.
2:33 Exaltado por el poder de Dios, él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen.
2:34 Porque no es David el que subió a los cielos; al contrario, él mismo afirma:
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha,
2:35 hasta que ponga a todos tus enemigos debajo de tus pies.
2:36 Por eso, todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías".
Enfoque
aplicado a la resurrección y vida eterna.
Concepto
Antiguo
(Génesis.3:17-19).
“Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la
tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu
rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”.
(Gén
3:22).
“Y dijo El Señor Dios: He aquí el hombre es
como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su
mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”.
El árbol de la vida es simbología de Cristo quien es
promesa de la vida eterna y la resurrección.
Concepto
Profético
(Rom. 5:18 y 19).
18Así que, como por la transgresión de uno vino la
condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino
a todos los hombres la justificación de vida.
19 Porque así como por la desobediencia de un
hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia
de uno, los muchos serán constituidos justos.
(Juan. 17:3)
“Esta es la Vida eterna: que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo”.
(1Co. 15:22)
“Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados”.
Concepto
Salmistico
Pedro
cita las palabras de David en el Salmo 16:8-11 en Hechos 2:25-28.
"A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque
está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón
y se gozó mi alma; mi carne también descansará confiadamente, porque
no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea
corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay
plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre.
Concepto
Cristológico
(Lucas 24:39).
“Mirad mis manos y mis pies,
que yo mismo soy; palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos
como veis que yo tengo”
(Juan 11:25).
“Yo soy la resurrección y la
vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”.
Concepto
Apostólico
(Romanos.
6:9).
“Sabiendo
que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se
enseñorea más de él".
(Romanos.
8:11).
“Y
si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el
que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros".
(Hechos.
1:3).
“vivo
con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y
hablándoles acerca del reino de Dios".
(Hechos.
13:34-35).
Dios
hizo resucitar a Jesús y no permitió que su cuerpo viera corrupción.
Concepto
Natural y lógico
Como concepto natural o lógico
para la resurrección no se ve un ejemplo natural puesto que es un mero acto de
fé. Y aunque se podría decir que como un gigantesco y poderoso árbol muere,
deja su simiente en la tierra para que resucite en ella y siga viviendo. Así
actúa la obra salvífica de la resurrección y vida eterna de Cristo por
nosotros, el imparte su vida a los que le aceptan y les da resurrección y vida
eterna a los que en El creen.