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domingo, 16 de octubre de 2016

LA EKKLESIA DE VIDA EN NOSOTROS

Tema: La EKKLESIA de vida en nosotros.
Texto: Mateo 16: 18-19 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”.
Tema: La palabra iglesia se deriva del griego “ekklesia” que significa congregación, asamblea pública generalmente convocada por las autoridades. Siempre se ha hablado de la congregación como la iglesia. Pero en este breve estudio, vamos a ver la diferencia entre ser Iglesia o congregación.
 Así que al igual que Pedro, nosotros somos “petros” o sea piedras que en conjunto formamos el Cuerpo de Cristo, esto es su “ekklesia”. Y que es la misma Iglesia llamada Novia de Cristo.
Lo cual denota: La parte que uno tiene en cualquier cosa mediante la participación como lugar de regencia y de gobierno con Cristo. Con lo cual el mismo ejerza manifestaciones en esta tierra mediante nosotros como su embajada expresando un compañerismo reconocido y gozado; así mediante las experiencias e intereses comunes de los cristianos. Compañerismo, comunión.
De compartir en la vida de resurrección poseída en Cristo, y así de la comunión con el Padre y el Hijo (1 Jn 1.3,6,7: «comunión»); negativamente, de la imposibilidad de la comunión entre la luz y las tinieblas (2 Co 6.14: «comunión»);
Proposición: Un análisis de la palabra ekklesia nos hará entender que la misma fue expresada a través de nosotros desde antes de la fundación del mundo puesto que el hombre como ser humano fue creado en ekklesia (asamblea, gobierno) plena entre Padre, Hijo y Espíritu Santo.

F.I: La Creación mediante la ekklesia de Dios.

P.E: Ekklesia es la transliteración de la palabra griega ekklesia, que significa asamblea, reunión, gobierno; como concepto teológico alude a la comunidad de los hijos de Dios mediante nuestro Señor Jesucristo y a los vínculos de gobierno que Cristo ejerce entre todos y cada uno de los miembros de su cuerpo. El cómo cabeza y soberano de nuestras vidas gobernando su cuerpo que somos como ekklesia (iglesia).
La palabra ekklesía, tal como se emplea en el Nuevo Testamento o nuevo pacto, se refiere sólo a aquellas personas que son llamadas por Dios para recibir la salvación por medio de Jesucristo.
Por tanto, la Iglesia de Dios, el término que más comúnmente se aplica al pueblo de Dios, es el grupo de personas que son especiales para Dios porque obedecen su Palabra y se han sometido a su Hijo Jesucristo en sus vidas.
Según la RAE: 10. f. Inmunidad del que se acoge a lo santo.
1. f. Rel. Participación que los fieles tienen y gozan de los bienes espirituales, mutuamente entre sí, como partes y miembros de un mismo cuerpo.

Explicación: La Ekklesia es expresión de la tricotomía de Dios a través de nosotros, puesto que si fuimos creados y conformados en la Ekklesia de Dios, así mismo debemos expresarla. Dios por medio de la obra redentora de su hijo Jesucristo no solo vino a brindar redención a la humanidad y recuperar el reino perdido. Dicha obra a su vez vino a recobrar el gobierno de la Ekklesia perdida entre el primer Adán y Dios tras haber sido quebrantada en el huerto del edén. Adán al inicio permanecía en total y legal gobierno mediante la Ekklesia con Dios, tenía canal directo en su actuar en su pensar y a las normativas de Dios. Lo que él pensaba lo que el nombraba se encontraba en perfecta unión común con Dios. Al ser expulsado por la desobediencia del mandato de Dios en el huerto del edén, este vino a experimentar por vez primera la humanidad alejada de la comunión de Dios y con ello todas las penurias que vienen contenidas por conducirse en una vida sin total dirección de Dios. Nosotros como creyentes hijos de Dios y a su vez como ministros competentes del nuevo pacto debemos internalizar, buscar entender a plenitud que si no somos habitados por la gracia de Dios en todos los ámbitos de nuestras vidas no estamos permitiendo que seamos gobernados en ekklesia mediante la manifestación de nuestro Señor Jesucristo y difícilmente podrá expresarse con el verdadero y poderoso efecto que Dios quiere manifestar en nuestras vidas.

O.T: En estos momentos quiero hablarles de que un Cristiano debe siempre permitir que la perfección en Cristo sea manifestada a través de si en la forma de la verdadera comunión que es El mismo mediante su Ekklesia. Un cristiano debe ser un cristiano integral en todo ámbito de su vida. Así como cuando a una persona se le realiza un análisis médico y es chequeado en todos sus valores para obtener un resultado del análisis en muchos ámbitos de su sistema orgánico e inmunológico y éste se le encuentra integralmente estable. Así mismo el cristiano debe examinarse en toda área de su vida. En el segundo caso la forma de solventar algún inconveniente con sus valores biológicos es mediante una correcta medicación y sana dieta. En el primer caso la forma de solventar algún inconveniente con sus valores espirituales y como cristiano es mediante de la recepción y correcta expresión de vida de Cristo a través de nosotros puesto que Él es nuestro sanador, suplidor y perfeccionador en todo. La Ekklesia no es más que la expresión del gobierno de la vida de Cristo en nosotros que se manifiesta en su finca rectora para que seamos sunergos (colaboradores), en el oikos (casa, hogar cuerpo) de Dios. Para conducirse en comunión se debe entender que Cristo que es la Ekklesia encarnada debe expresarse como vida en nosotros y a través de nosotros. Cuando nos conducimos en dirección como creyentes de la palabra de Cristo, nos conducimos como hijos en una perfecta relación con nuestro Padre. Como tal comprendemos que tenemos un Padre bondadoso que con sabiduría y dirección nos guía hacia adelante en todas las circunstancias y decisiones que tomemos o hayamos de tomar, de tal manera podemos manifestar todos los atributos de nuestro señor Jesucristo y todo lo que el Padre quiere que manifestemos en total concordancia y en todo momento en nuestra vida de forma interpersonal a padres, pastores, líderes, hijos, amistades, etc. Los cuales a su vez cuando han comprendido también esta Ekklesia internalizada y expresada, han brindado en su momento oportuno ayuda, consejo y cualquier otra enseñanza para graficar tanto nuestras vidas como la de ellos en esa hermosa y perfecta comunión manifestada por medio de Cristo en cada parte de los integrantes de su cuerpo.

I)                   LA COMUNIÓN MANIFESTADA EN LOS HECHOS, LOS EFECTOS PRÁCTICOS DE LA COMUNIÓN CON DIOS, PRODUCIDOS POR EL ESPÍRITU SANTO EN LAS VIDAS DE LOS CREYENTES COMO RESULTADO DE LA FE (FLM 6: «PARTICIPACIÓN», RV: «COMUNICACIÓN»).
A.     (Filemón1:6) Para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. 
B.     De compartir en la conciencia de los efectos de la sangre, esto es, la muerte, de Cristo y de su cuerpo, como ello es proclamado por los emblemas en la Cena del Señor (1 Co 10.16: «comunión»);
C.     2 Co 9.13: «contribución», Cristo manifiesta esa koinonia a través de nosotros en forma de gracia sobre gracia. 9:12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 9:13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 9:14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 9:15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! RV: «contribuir»; Heb 13.16: «ayuda mutua», RV: «comunicación»);

II)                INTERNALIZANDO LA OBRA DE CRISTO EN NOSOTROS PARA EXPRESION DE LA VIDA DE EL EN KOINONIA EN SU CUERPO MEDIANTE LA MANIFESTACION DE SU EKKLESIA. (VERSICULOS: 1 Jn 1.3,6,7).
A.     1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
B.     1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
C.     1 Jn 1.3,6,7: «comunión» 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
D.    Debemos ser conformados a la medida de Cristo, cada vez que tomamos una decisión o acción en nuestras vidas y la consideremos que fuera una decisión de la cual no estamos conformes (escúchese bien al decir decisión inconforme o no conforme, mas no mala o buena decisión) lo hacemos por tener alguna inconformidad en nosotros en alguna área de nuestra vida. Pero como tomar una decisión en total conformidad si a esta le hace falta la conformidad misma que es el Cristo conformador en todo. Actuar en conformidad es actuar en el conformador. ¿Cómo puedes trasmitir decisiones conformes?, ¿Cómo puedes transmitir algo que exteriorizas y en ese momento no posees?, ¿Cómo puedes transmitir amor, comprensión, y todos los atributos de Cristo si no permites que él se exprese?, ¿Cómo puedes transmitir comunión si aún no comprendes que la comunión es el mismo Cristo expresado mediante su ekklesia en nosotros?.

III)             ENTENDER QUE SI NUESTRO CUERPO REALMENTE SE DIRIGE EN KOINONIA SIGUIENDO LA DIRECCION DE SU EKKLESIA, SE COMPRENDE QUE NUESTRO CUERPO ESTA SANO Y NO HAY NINGUNA CELULA MUERTA EN EL. (2 CO 6.14: «COMUNIÓN».
A.    2 Co 6:14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? La sabiduría de Dios. Debemos siempre buscar la forma de transmitir el sanador de vida a través de nosotros para sanar todas las partes del cuerpo. Pero si esa parte del cuerpo no permite recibir sanación no debe obstruir el correcto funcionamiento del cuerpo. Cristo mismo se encargara como cabeza tomar la decisión de procesar y tratar esa parte del cuerpo afectada.
B.     De la participación en el conocimiento del Hijo de Dios (1 Co 1.9: «comunión», RV: «participación»); 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 1:8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. 1:9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.  
C.     La participación en lo que se deriva del Espíritu Santo siempre debe fluir en todos nosotros y en nuestro conducir. (2 Co 13:14: «comunión», 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
D.    Transmitir a Cristo es portar su vida gloriosa en y a través de nosotros, RV: «participación»; Flp 2.1: «comunión»); 2:1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2:2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

IV)             COMPAÑERISMO, COMUNIÓN. DENOTA: (A) LA PARTE QUE UNO TIENE EN CUALQUIER COSA, PARTICIPACIÓN, UN COMPAÑERISMO RECONOCIDO Y GOZADO; ASÍ, SE USA DE LAS EXPERIENCIAS E INTERESES COMUNES DE LOS CRISTIANOS (HCH 2.42: «COMUNIÓN»; GL 2.9: «EN SEÑAL DE COMPAÑERISMO», RV: «DE COMPAÑÍA»);
A.     Fruto de la comunión de Dios expresada a nosotros. (Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Sabiduría que rebasa cualquier otra.
B.     Reconociendo nuestros errores internos y sanándolos en Cristo para participar en verdadera koinonia en otros. (Gálatas 2:9) y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
C.     Hallando expresión en el servicio conjunto a los necesitados en koinonia (Ro 15.26: «ofrenda», 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. RV: «colecta»; lit., «hacer cierta comunión»;
D.    2 Co 8.4: «participar» Contribuir para lo obra del Señor es un honor, un privilegio y total regocijo, por lo que expresarla en un nivel en el que humanamente pensemos que es casi imposible, en Cristo todo es posible. Él nos conforma a la medida del varón perfecto para que exterioricemos esa koinonia 8:1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 8:2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 8:3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, 8:4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 8:5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; RV: «comunicación»;
E.     Si tenemos a Cristo que es nuestra ayuda mutua, podemos expresar esa ayuda mutua a través de nosotros en todo. 13:16 Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
F.      El coadyuvar en la extensión del reino de Dios  y su justicia mediante la aportación de dones AYUDAR, COMPAÑERISMO MUTUO, OFRENDAR, PARTICIPAR, COMO SEÑAL DE CRISTO. (Flp 1.5: «comunión en el evangelio»). 1:2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 1:3 Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 1:4 siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 1:5 por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
G.    Debemos ser ministros competentes de un nuevo pacto con un alto nivel de desempeño (diga conmigo High Performance: significa alta calidad, alto rendimiento, alto desempeño). Así como cada persona busca siempre mejorar día a día en toda área de su vida, tal cual lo hace en su área profesional, académica, sentimental, deportiva, entre otras. Así como existen atletas de alto desempeño, que buscan cada día mas establecer nuevos estándares, nuevos records, que buscan mejorar día tras día, superando cada limitación que les impida superar todos los records. Estos se entrenan para eso, entrenan su cuerpo y su mente. Así mismo nosotros debemos entrenan nuestro espíritu y  nuestra mente para que no seamos nosotros los que nos dirijamos en imperfección sino en esa perfección en Cristo. Que Él sea nuestro perfeccionador, que ejerza su gobierno en nosotros mediante la manifestación de su Ekklesia y establezca todos los nuevos records en nuestras vidas y las vidas de otros, que nos conforme como ministros competentes de nuevo pacto de alto desempeño para toda buena obra y la perfecta koinonia en todo ámbito que queramos que sea permeado a través de Él.

CONCLUSIÓN:

Una congregación puede crecer mucho físicamente y materialmente, pero no espiritualmente. Una congregación no crece espiritualmente, la congregación crece materialmente. Lo que si crece espiritualmente es la IGLESIA o la “EKKLESIA” de Dios. Los “PETROS” que forman parte de la Piedra viva que es Cristo son los que crecemos.
Por este motivo de falta de revelación y de no querer aceptar esta verdad en nuestras vidas que muchas personas buscan congregaciones grandes asumiendo que si la congregación es grande, ellos crecerán espiritualmente. Una familia puede ir a una congregación de cinco mil miembros, pero cuando esta familia regresa a su hogar, la congregación queda en el mismo lugar.
Una familia por ser numerosa no significa que en realidad experimenten una total y plena comunión en Cristo lo cual se traduzca en genuina vida en Ekklesia de Dios. Lo que se debe manifestar es el espíritu santo a través de nosotros en perfecta Ekklesia de Dios para que cada miembro sea entendido de la revelación de ser cuerpo de Cristo o piedra viva.

La iglesia y la congregación son muy diferentes, aunque trabajan en conjunto. Si la Iglesia crece se puede tener una congregación llena de muchos petros. Pero si lo que crece en primera instancia es la congregación, eso no garantiza que haya petros en esa congregación.
Jesús está edificando su iglesia sobre PETROS, no sobre congregaciones.
            Debemos comprender que para manifestar Ekklesia debemos poseer la vida de Cristo expresada en koinonia que no es un efecto meramente externo, sino que a su vez:
1.      Es expresar la unión común que tenemos en Cristo, para ser hitos colaboradores con las demás partes de su cuerpo en Ekklesia.
2.      Es tener unión común, tanto en nosotros mismos como con los demás de forma integral en todos los aspectos de nuestra vida cristiana. Es la imposibilidad de conducirnos en tinieblas y en luz a la vez. Es deslastrarnos de una vida paradójicamente muerta, la vida de Adán que moraba en nosotros y  estaba en completa discordancia y carencia de la Ekklesia de Dios.
3.      La Ekklesia no es más que la expresión del gobierno de la vida de Cristo en nosotros que se manifiesta en su finca rectora para que seamos sunergos (colaboradores), en el oikos (casa, hogar cuerpo) de Dios.